Especialista en Gerencia y Gestión cultural de la universidad del Rosario, Licenciada en Educación Física de la Universidad Pedagógica Nacional.Maestra y bailarina de danza contemporanea.Estudiante de Bharatanatyam uno de los géneros de la danza clásica de India.
Con experiencia en la investigación,creación y diseño de montajes coreográficos y propuestas pedagógicas novedosas para el aprendizaje interdisciplinar y el desarrollo cognitivo.
lunes, 21 de febrero de 2011
Función Artística Instituto Colsubsidio de Educación Femenina 2009 "UNIVERSOS"
Celebrar el acontecimiento que cambio la percepción del hombre en el mundo con la invención del telescopio, se convirtió en un buen pretexto para auscultar las estrellas y dimensionar el valor de nuestro lugar en el universo.
Obra basada en un cuento japones del autor Lafcadio Hearn.
“Orihime (la tejedora) tejía telas espléndidas a orillas de la Vía Láctea. A su padre le encantaban sus telas, y ella trabajabadía tras día para tenerlas listas. Pero algo afligía a la princesa, porque a causa de su trabajo nunca podía conocer a alguien de quien enamorarse. Preocupado por su hija, Tentei concertó un encuentro entre ella y Hikoboshi (Pastor de las Estrellas), quien vivía al otro lado del río . Cuando los dos se conocieron, se enamoraron al instante el uno del otro, y poco después se casaron. Sin embargo, una vez casados Orihime descuidó sus tareas y dejó de tejer para Tentei, al tiempo que Hikoboshi descuidó su rebaño y dejó que las estrellas se desperdigaran por el Cielo. Furioso, Tentei separó a los amantes, uno a cada lado del río, prohibiendo que se vieran. Orihime sintió la pérdida de su marido, y le pidió a su padre el poder verse una vez más. Tentei, conmovido por las lágrimas de su hija, permitió que los amantes se vieran el séptimo día del séptimo mes, siempre que Orihime tuviera terminado su trabajo. Sin embargo, la primera vez que intentaron verse se dieron cuenta de que no podían cruzar el río, dado que no había puente alguno. Orihime lloró tanto que una bandada de urracas vino en su ayuda y le prometieron que harían un puente con sus alas para que pudiera cruzar el río. Si un año ese día está lloviendo, las urracas no pueden venir y los dos amantes tienen que esperar hasta el año siguiente.Hoy en día en Japón la gente suele celebrar este día escribiendo deseos, algunas veces en forma de poemas, en pequeños trozos de papel o tanzaku y colgándolos de las ramas de árboles.
Investigación, coreografías y dirección general: Sandra Barrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario